COMUNICADO DE LA CEV: Medidas preventivas en el ámbito eclesial ante la presencia del Coronavirus (COVID-19)

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“He venido para que todos tengan vida y vida en abundancia” (Jn 10,10).

La Conferencia Episcopal Venezolana, a través de su Presidencia, quiere brindar algunas indicaciones y acciones preventivas muy concretas al pueblo de Dios, ante la presencia del COVID-19 (Coronavirus) en el país.

1.- En el mundo entero hay una gran preocupación ante la propagación del COVID-19, que ha afectado a un número considerable de personas de diversos países con el lamentable saldo de muertes y de la paralización de actividades de toda índole, que indica un verdadero problema de salud, siendo considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una Pandemia.

2.- Cada país va tomando sus precauciones en torno a su propia realidad, también en Venezuela debemos hacer lo mismo, considerando seriamente que se trata de una enfermedad que puede comprometer la vida, por lo que es necesario brindar la atención debida y centrarse en elementos propios de la prevención, por lo que son necesarias algunas indicaciones:

a) Como nos encontramos en el tiempo litúrgico de la Cuaresma en camino hacia la Semana Santa, se deben fomentar los actos de piedad personal y oración (culto interior), principalmente pidiendo por los enfermos, los ancianos, los más pobres, y por quienes los asisten. Es prudente limitar la actividad grupal, por lo que debemos orar insistentemente a Dios principalmente desde nuestras Iglesias domésticas (Familias, Hogar), por la salud de la comunidad y del mundo entero, hasta que podamos retornar a la normalidad de las actividades eclesiales.

b) Exhortamos a las personas que se encuentren enfermas o con síntomas de resfriado o gripe, o personas de edad muy avanzada, quedarse en sus casas, visitar al médico si hay algún síntoma del virus. Es un acto de caridad el que no asistan a las celebraciones litúrgicas, así sea el domingo o los actos de la

Semana Santa. Pueden unirse a ellos, a través de los medios de comunicación social.

c) Se le ruega a los párrocos suprimir donde existan, los recipientes de agua bendita e insistirle a los fieles que mientras dure la emergencia, no se pueden tocar las imágenes sagradas porque pueden convertirse en foco de transmisión del virus.

d) El rito de la paz que en nuestro país se celebra con gran entusiasmo, por el bien de todos debe suprimirse hasta nuevo aviso, o en caso contrario, se hará un gesto que no implique un contacto físico.

e) Para el rito de la comunión, “todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la Sagrada Comunión en la boca o en la mano” (Redemptionis Sacramentum, 92; OGMR, 84-89), por lo que, ante la amenaza de contagio del COVID-19, se debe recibir la comunión en la mano, así como evitar la distribución de la comunión bajo las dos especies.

f) Los ministros de la comunión deben extremar las medidas de higiene, lavándose las manos antes y después de las ceremonias litúrgicas. Se ruega a los sacerdotes que estén padeciendo alguna afección gripal o respiratoria, que mientras estén en esta situación, no celebren la Eucaristía con fieles, mucho menos distribuyan la sagrada comunión o confesar.

g) Es recomendable que los sacerdotes confesores usen una mascarilla (tapa boca) cuando ejerzan este ministerio del perdón, o bien cuando lleven la comunión a los enfermos. No debe entenderse esto como un desprecio a las personas, sino como prevención de contagio mutuo entre el confesor y penitente.

h) La comunidad debe saber que aún no han sido suspendidas las eucaristías; las autoridades de la Iglesia católica estarán observando la evolución del COVID-19 en el país para tomar decisiones al respecto. Lo que se pide ahora es observar estrictamente las normas antes referidas.

i) Es recomendable evitar el contacto físico en todos los espacios y celebraciones eclesiales. Conscientes de la forma como se propaga el virus, persona a persona, se pide diferir los encuentros masivos, asambleas, reuniones religiosas o formativas, los actos de piedad y devoción, hasta que haya pasado el peligro de contagio y las autoridades sanitarias lo indiquen.

j) A los señores párrocos se les invita a reprogramar las diversas actividades pastorales, principalmente la catequesis parroquial, siguiendo las indicaciones de las autoridades sobre la situación del COVID-19 en el país.
k) Los fieles deben discernir la verdad de las informaciones que corren por las redes, y seguir las instrucciones de las autoridades de la salud a nivel internacional y nacional, para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad, así como evitar el pánico y el nerviosismo, actuar con tranquilidad y con responsabilidad pensando en el bien de todos.

l) En cuanto al sector educativo se deben seguir las indicaciones de las autoridades educativas sobre la materia, pero es propicio también instruir sobre las normas preventivas a seguir en nuestras instituciones educativas y en nuestros seminarios.

3.-Pedimos al gobierno nacional y los gobiernos regionales, dotar a los hospitales y centros de salud de lo necesario en instrumentos médicos y de protección, para atender a pacientes que presenten el COVID-19.

4.-Exhortamos a todos los creyentes seguidores de Jesús, Buen Pastor, que incentiven la oración para proteger al pueblo venezolano de esta pandemia como lo hemos señalado en el punto 2a. El rezo del Santo Rosario en familia y la adoración ante el Santísimo, son propicios en estos momentos preventivos y de gran preocupación.

5.- Los ciudadanos y más aún los cristianos debemos tomar conciencia que lo que está en juego es la salud del pueblo, su futuro, por lo que es recomendable permanecer el mayor tiempo posible en la casa, evitando lugares públicos, siendo responsables en acatar las normas emanadas por las autoridades sanitarias y por el Obispo local. Es fundamental evitar la propagación masiva de este virus.

6. .-Exhortamos a toda la comunidad católica para que el próximo jueves 19 de marzo, día de San José, patriarca y protector de la Iglesia, a una gran jornada de oración desde los lugares donde se encuentren cada uno, pero principalmente en familia, en casa, para que por su intercepción Venezuela y el mundo entero sea librado de esta pandemia.

7. Pedimos la intercesión de la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto, en este momento difícil para nuestro pueblo; ella maternalmente nos conduce hacia su Hijo Jesucristo, el Dios de la vida.

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Con nuestra bendición.

Caracas, 13 de marzo de 2020