En un esfuerzo por fortalecer la protección de los niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables, el Diplomado de Catequesis de la Vicaría Resurrección del Señor, liderado por la Universidad Católica del Táchira (UCAT), el Secretariado de Catequesis y el Instituto de Pastoral “Mons. Arias Blanco”, dedicó su más reciente módulo al Protocolo de Prevención y Actuación ante Abusos Sexuales a Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) y Personas Vulnerables.
El padre Jean Carlos Medina, coordinador de la Facultad de Ciencias de la Religión de la UCAT, expuso las directrices diocesanas sobre prevención, enfatizando el compromiso y la responsabilidad de los catequistas como agentes pastorales. “Es fundamental que, como catequistas, garanticemos el buen trato a los niños y jóvenes que nos son confiados. Nuestra primera tarea es respetarlos en cada palabra, gesto y acción”, destacó Medina.
El sacerdote subrayó la importancia de la conciencia sobre la “triste realidad” de que muchos niños y jóvenes son víctimas de acoso, violencia o maltrato. “Ellos confían en nosotros, los adultos, y es nuestra responsabilidad orientar y acompañar para fortalecer una sólida cultura de prevención”, agregó.
El módulo también incluyó ponencias de docentes de la UCAT que complementaron la discusión: “Responsabilidad penal del adolescente”: a cargo de la Dra. Laura Omaña y “El hogar como espacio seguro”: presentado por la Psic. María Teresa Ramírez.
La Dra. Laura Omaña explicó la regulación de la responsabilidad penal adolescente en Venezuela a través de la LOPNNA, la cual busca una justicia restaurativa, no punitiva, centrada en la resocialización, reinserción y el desarrollo integral, además de la reparación del daño a la víctima y la comunidad. “El sistema de justicia juvenil tiene un enfoque pedagógico y diferenciado del sistema de adultos, busca la reinserción social del adolescente a través de programas de rehabilitación”, afirmó Omaña, resaltando que los adolescentes son responsables de sus actos según la ley.
Por su parte, la Psic. María Teresa Ramírez puso en valor el rol de la familia y el “hogar como espacio seguro”. Identificó dinámicas familiares de riesgo como la normalización de la violencia, el aislamiento social, roles parentales disfuncionales, poca comunicación, falta de educación sexual apropiada y antecedentes de abuso familiar. Ramírez instó a la reflexión y al diálogo para fortalecer el hogar como un espacio de confianza, respeto, afecto, límites y protección.
Con este módulo, el Diplomado de Catequesis avanza, además teniendo como objetivo implementar acciones concretas que promuevan una cultura de prevención y buen trato en el seno de la comunidad parroquial y familiar.
(PrensaUCAT)