El Padre General Arturo Sosa protagonizó la cuarta jornada del Encuentro Mundial de Universidades Jesuitas

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El 11 de julio el Encuentro Mundial de Universidades Jesuitas continúo en Loyola en su cuarta jornada, esta vez protagonizada por el Padre General de la Compañía de Jesús, el venezolano y ex-rector de la Universidad Católica del Táchira Arturo Sosa. Los actos han incluido además de su conferencia “La universidad fuente de vida reconciliada”, la firma de constitución de la nueva Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU, por sus siglas en inglés), que  dotará a toda la red universitaria jesuita de naturaleza jurídica, estructura, estabilidad y será un nuevo impulso para las universidades en el mundo.

En su presentación, el Padre General ha afirmado que la reconciliación es posible cuando hay vida, una vida en plenitud. Por eso “el creciente compromiso de la Compañía de Jesús en el quehacer universitario adquiere su sentido en el deseo de contribuir efectivamente a hacer posible una vida digna, plena, para todos y cada uno de los seres humanos, en el presente y en el futuro”.

Entre los objetivos del Encuentro que reúne, entre el 8 y 12 de julio en la Universidad de Deusto, a 300 rectores y dirigentes de las más de 200 universidades, colleges e instituciones jesuitas de educación superior de todo el mundo, el Padre General ha destacado el de “fortalecernos como cuerpo apostólico universal inspirado en el carisma ignaciano, unido por una fecunda tradición intelectual humanista, enraizada en la fe cristiana”.

En este sentido, el encuentro servirá para compartir una mirada al mundo y conmoverse con el grito de las personas migrantes, seres humanos que buscan mejores condiciones de vida, las víctimas de la violencia, los empobrecidos que claman justicia o quienes son despreciados por el color de su piel o la religión que profesan. Esa mirada, ha explicado el Padre General, busca también descubrir las raíces de la injusticia y contribuir a proponer alternativas de transformación económica y social.

El medio ambiente y la nueva cultura digital

Para el Padre General la situación actual dista mucho de ofrecer las condiciones para una vida humana en paz. Entre las injusticias y desigualdades, el Padre General  ha dedicado una mención especial al medio ambiente y a su triste deterioro. “Nosotros y nuestras instituciones tenemos una asignatura pendiente en esta carrera por hacernos cargo responsablemente de la reconciliación con el medio ambiente”, ha manifestado.

El Padre General ha compartido con la audiencia el “enorme desafío de incorporarnos lúcidamente en la nueva cultura digital”. A su juicio, “no es sólo una revolución tecnológica sino la creación de un nuevo mundo en el cual habitamos. El ecosistema digital es el comienzo de un profundo cambio del paradigma cultural humano”.

El P. Arturo Sosa, S.J., se ha referido a la universidad como “una comunidad de intereses espirituales empeñada en la búsqueda de la verdad”, una “incesante tarea” ya que la universidad está “siempre abierta” a reconocer críticamente la “provisionalidad de conocimiento”. 

La Universidad, espacio privilegiado de libertad humana

El Padre General ha explicado el nuevo sentido que adquiere la presencia católica en la universidad en esta época marcada por la tensión entre el secularismo y los fundamentalismos religiosos e ideológicos. “La Universidad –añade- es ese espacio plural en el que se crean las condiciones para el diálogo y la comprensión en profundidad de los procesos históricos, personales e intelectuales. Es un espacio privilegiado para el ejercicio de la libertad humana. Libertad para buscar y hallar a través de la investigación y la docencia los caminos de la transformación social.”

Durante su conferencia también ha reflexionado sobre conceptos como ciudadanía, globalización y mundialización, aunque ha puesto el acento en la “necesidad de discernir las tendencias y posibles resultados de las corrientes globalizadoras para promover aquellas que producen vida plena”. En ese sentido, ha expresado que globalización-mundialización y la uniformización de las culturas pondría en riesgo incluso la multiculturalidad. “En cambio, la tendencia mundializadora multiplicaría las oportunidades de espacios multiculturales y abriría muchas posibilidades a la interculturalidad. Daría, además, ocasión al aporte de la vivencia espiritual de las religiones como dimensiones de las culturas propiciando la superación de los fundamentalismos”.

Según el Padre General, adquirir la ciudadanía universal sería uno de los frutos de estudiar o trabajar en una institución educativa de la Compañía de Jesús”. En este sentido, considera como parte de la tarea educativa abrir en algunas personas la posibilidad de la vocación al compromiso directo en la política, ya que “acompañar la formación de quienes escogen servir en la política es una de las mayores contribuciones que podemos hacer al mejoramiento de las sociedades humanas en todas partes del mundo”.

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Nuestra identidad es nuestra contribución 

El Padre General ha hablado también sobre la tradición educativa de la Compañía de Jesús y la necesidad adaptarse a los tiempos, la tensión de la fidelidad creativa como exigencia profunda del magis. “La auténtica fidelidad es la que se manifiesta a través de respuestas novedosas a los retos de los tiempos que corren. La fidelidad a la tradición de la que venimos significa responder creativamente a los signos de los tiempos desde la identidad que nos une con ella”.

Para él,  la identidad de las universidades bajo la responsabilidad de la Compañía de Jesús no está directamente relacionada con el número de jesuitas de la comunidad universitaria, sino con la capacidad de compartir el espíritu que las anima. Así, ha expresado su deseo de que sean muchos los jesuitas que se comprometan en la compleja tarea universitaria pero también el deseo de contar con “muchos compañeros y compañeras con quienes llevar adelante, juntos, las responsabilidades universitarias”.

En su conferencia, también se ha referido a los dos desafíos que a su juicio tiene el magis universitario. El primero se refiere a alcanzar las zonas geográficamente alejadas o socialmente marginadas“Somos enviados –añade- a donde no es fácil llegar u otros evitan llegar. La educación universitaria ofrecida por la Compañía de Jesús quiere estar abierta a todos y está llamada a hacer esfuerzos especiales para alcanzar a los marginados, empobrecidos, refugiados y desplazados por causa de las injustas relaciones sociales que dominan el mundo actual”.

El segundo desafío y “quizás el mandato más complejo” lo ha puesto la Congregación General 36ª “al invitarnos a promover una cultura de la salvaguarda de las personas vulnerables”. Según ha explicado, provocar el cambio cultural da la magnitud necesaria para crear un ambiente sano y seguro para todos y cada uno de los seres humanos. Promover este cambio es tocar las estructuras de injusticia de las actuales sociedades humanas con todos los riesgos que esto supone. Una cultura de la salvaguarda encarnaría de una forma singular el respeto a los Derechos Humanos.

Juntos somos más fecundos

El Padre General ha concluido su conferencia aludiendo a los pasos a dar para mejorar la fecundidad de la universidad, algo a lo que, dice, ya orientaba la CG 36ª. En ese sentido asegura que el discernimiento orienta y da sentido a la planificación del mejor uso de los recursos disponibles para lograr los fines del quehacer universitario. Ha afirmado, además, que una institución universitaria es posible sólo a través de la colaboración. “Por eso insistimos en llamarla comunidad universitaria. También sabemos que es mucho lo que podemos hacer todavía para ampliar y profundizar la colaboración dentro de la propia universidad, entre las universidades y con tantas otras posibilidades que hoy se abren a ella”.

La colaboración es un asunto fundamental en este encuentro mundial jesuita. “El presente Encuentro Mundial de Universidades encomendadas a la Compañía de Jesús, aquí en Loyola y Bilbao, quiere hacer historia en ese camino del discernimiento, la planificación apostólica, la colaboración y el trabajo en redes con la creación largamente preparada de la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU) mediante la cual nos abramos a una nueva época y un nuevo estilo de trabajo universitario fecundo”.

Tras su ponencia se ha firmado el acta fundacional de la IAJU, una Asociación que tiene como objetivos, entre otros, contribuir al desarrollo de la educación superior jesuita y su misión a través de la promoción de proyectos y programas que mejoran la calidad de estas instituciones, y también promover la expansión de la educación superior jesuita para los marginados y los pobres siempre que sea posible.

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El Padre General Arturo Sosa y el Secretario de Educación Superior de la Compañía de Jesús, Michael Garanzini, ha firmado el acto de constitución de la IAJU así como un representante de cada una de las 6 áreas geográficas del mundo en las que se estructuran las instituciones jesuitas. 

Más información:

Web: http://iaju.deusto.es/.

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