Este mes de abril se celebra el doceavo aniversario del programa de Doctor Yaso, payasos humanitarios en la ciudad de San Cristóbal, siendo el primer grupo de voluntariado de payasos de hospital formado en el Estado Táchira. Hablar de su trayectoria es inevitable dejar de agradecer a todos aquellos que han apoyado a que este proyecto artístico-social continúe brindando servicio a las personas que semana tras semana visitamos en las distintas instituciones con las cuales tenemos alianza.
El voluntariado Doctor Yaso sede San Cristóbal nació el 10 de abril del año 2008, gracias al convenio realizado entre la Universidad Católica del Táchira (UCAT) y la Asociación Civil Doctor Yaso Internacional – payasos humanitarios, y por la iniciativa del P. Dizzi Perales acompañado de Pedro Luis Duque, quienes unieron esfuerzos para empezar a gestionar el proyecto desde la Coordinación de Arte y Cultura de la UCAT, y al mismo tiempo invitar a que diversas personas se sumaran al voluntariado.
Esta primera generación estuvo conformado por 25 voluntarios, entre los cuales contamos con estudiantes y personal administrativo de la UCAT, estudiantes de medicina de la ULA, profesionales de la educación y artistas de la ciudad, teniendo como objetivo principal el atender a los pacientes del área de pediatría de las instituciones de salud pública de la ciudad, la primera alianza se logró con el Hospital Central de San Cristóbal “Dr. José María Vargas”, luego se sumó el Hospital del Seguro Social “Dr. Patrocinio Peñuela Ruiz”, y gracias al trabajo que se obtuvo en estas instituciones llega la invitación del Hospital Oncológico del Táchira, para el 2017 el Hospital Padre Justo Arias en la ciudad de Rubio hizo su invitación de manera formal y el 2019 se estableció la alianza con el Hospital General de Táriba en el municipio Cárdenas.
Durante estos 12 años Doctor Yaso San Cristóbal ha podido atender a más de 187.527 personas, en 1.729 visitas (1.142 visitas hospitalarias y 587 visitas en comunidades), una de las fortalezas de la sede ha sido el establecer la formación de los voluntarios como un proceso clave que garantiza la calidad del servicio que se presta, en la actualidad contamos con una población de 87 voluntarios activos, y hemos capacitado a 436 voluntarios, en 122 talleres o jornadas de formación (21 para nuevos voluntarios y 101 en formación continua). El cuantificar la labor de Doctor Yaso no es tarea sencilla, debido a que cada persona que se atiende implica una experiencia única para el voluntariado, un sinfín de historias que llevan al su crecimiento del voluntario.
En la actualidad se tiene como visión el abarcar la mayor cantidad de servicios dentro de los centros asistenciales, comprendiendo el impacto que se tiene con el trabajo de acompañamiento en los pacientes, familiares y personal que labora en cada institución; sumado a esto, se realizan actividades en geriátricos, casa hogares, comunidades vulnerables y otras instituciones donde la figura de Doctor Yaso sea requerida. Durante el 2019 se realizaron visitas a 23 instituciones, de las cuales 15 de ellas forman parte de las alianzas estratégicas propias de la sede y entre las nuevas alianzas se encuentran el Centro de Servicios Social Residencial Ayacucho en Colón, la Casa Hogar Madre Emilia en Táriba, y el Centro de Diálisis Los Andes en la ciudad de San Cristóbal.
En marzo de 2020 Doctor Yaso San Cristóbal realizó su taller de formación para nuevos voluntario número 21, en donde se formaron 17 nuevos voluntarios, y en concordancia con la Organización Mundial para la Salud se ha estado apoyando la campaña social de #QuédateEnCasa debido a la situación del Covid-19 que ha estado afectando a la población mundial, por ello comprendemos la importancia de la salud preventiva y celebramos el trabajo que realiza el personal de salud en los distintos centros asistenciales ante la lucha de esta enfermedad.
En nombre de la Coordinación de Arte y Cultura de la UCAT queremos extender nuestro agradecimiento a toda la comunidad universitaria por el apoyo durante estos 12 años y principalmente a todos nuestros voluntarios, no sólo a los que hacen vida actualmente, sumándose a las actividades y los compromisos que adquiere Doctor Yaso en el del Estado Táchira y la Frontera Colombo-Venezolana, también a cada uno de los voluntarios que han formado parte de esta sede, los cuales aportaron momentos únicos y significativos para el crecimiento del voluntariado.
¡Que una sonrisa sea tu medicina!
10/04/2020
Prensa
Coordinación de Arte y Cultura UCAT
Decanato del Medio Universitario
1.- Resuena todavía entre nosotros el mensaje del Santo Padre Francisco durante la oración dirigida el pasado 27 de marzo, con ocasión de la extraordinaria Bendición Urbi et Orbi desde la Basílica y Plaza de San Pedro, en Roma. Nos sentimos confirmados en comunión con toda la Iglesia Universal y la humanidad. Reafirmamos nuestra confianza en Dios ahora más que nunca cuando la pandemia del Covid 19 parece minar las fuerzas y esperanzas de todos. Nos ayudan sus palabras desafiantes, que hacemos nuestras: “Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza”.
2.- También la Iglesia en nuestra Patria quiere hacer sentir a todos su cercanía, acompañamiento y caridad solidaria. El Señor nos señala cuál es la actitud con la que debemos mostrar nuestro compromiso responsable en estos tiempos: ante la gran multitud que lo seguía “Jesús tuvo compasión de ella y sanó a sus enfermos” (Mt. 14,14). Para ello, Obispos, Sacerdotes, Laicos, Miembros de la Vida Consagrada y personas de buena voluntad, en estrecha sintonía, reiteramos nuestra disposición de servir al estilo del Divino Maestro (cf. Mc 10. 45), con la certeza de ser testigos del amor que todo lo puede (cf. 1Cor 13, 1ss).
3.- Dirigimos nuestra voz de aliento y admiración hacia las autoridades sanitarias, médicos, enfermeros y enfermeras, personal de protección civil, bomberos y voluntarios: ¡Gracias por lo que están haciendo para prevenir, para sanar y acompañar a los más vulnerables! Como bien lo subrayó el Papa Francisco el pasado 27 de marzo: “están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: … porque comprendieron que nadie se salva solo. Frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos, descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn 17,21)”.
4.- Nuestro llamado a todos, sin excepción, a cumplir con las directrices que se nos están dando para prevenir, para atender a los posibles contagiados y a los enfermos con este virus. Una de las exigencias actuales, que hemos de cumplir, es el permanecer en nuestros hogares. No resulta fácil. Sin embargo, es una de las acciones que permitirá enfrentar más adecuadamente la pandemia que nos golpea. Es un tiempo que debe ser aprovechado para fortalecer la convivencia familiar, el diálogo de los esposos entre sí, de los padres con los hijos y, además para mostrar que la familia es la célula básica de la sociedad y de la misma Iglesia: “Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños y cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos. La oración y el servicio silencioso son nuestras armas vencedoras”. (Francisco, Oración del 27 de marzo 2020).
5.- Todos juntos hemos de manifestar nuestra común preocupación y abrirnos a la solidaridad para ayudarnos mutuamente. No es ningún secreto que hoy, en nuestra patria son muchos los que viven sumidos en la pobreza; a esto se une la escasez de insumos alimenticios, medicamentos y de otros rubros absolutamente necesarios para la sana convivencia y para el funcionamiento del
país (como, por ejemplo, el gas y la gasolina) así como las fallas crónicas en el servicio público de agua y de energía eléctrica. Esta situación está haciendo sufrir a los venezolanos, especialmente a los más pobres, y conlleva el inminente peligro de violentos estallidos sociales. Las autoridades nacionales y locales deben atender esta situación antes de que se pueda agravar más, con las consecuencias que ninguno quisiera se den. El ejecutivo nacional no debe manejar la situación solo desde lo militar y policial. Urge la participación, asesoría y dirección de personal médico y científico cualificado, cualquiera que sea su condición social y política. También es importante dar medidas fiscales que ayuden a enfrentar la situación. No basta decretar y ejecutar unos bonos solo para unos pocos. Recordemos lo que el Papa Francisco advirtió: “todos estamos en la misma barca” ¡Nos salvamos todos, o perecemos todos!
6.- Es necesario corregir la pecaminosa y escandalosa praxis de quienes, aprovechándose de lo que está sucediendo, suben indiscriminadamente los precios de los artículos de primera necesidad para la población. Y, por supuesto, es un momento para no hacernos ecos de falsos positivos o malas informaciones que crean zozobra. Lo dice el Papa de manera clara y directa: “Cuánta gente cada día demuestra paciencia e infunde esperanza, cuidándose de no sembrar pánico sino corresponsabilidad”.
7.- A los dirigentes políticos les pedimos una vez más que escuchen al pueblo. La gente sigue sintiendo que lo que más les preocupa son sus intereses particulares, sus cuotas de poder y los arreglos que puedan darse entre ustedes, sean del oficialismo como de la oposición. Desde hace mucho tiempo los Obispos venezolanos hemos venido haciéndonos eco del clamor de un pueblo que quiere un cambio. La angustia de estos tiempos de crisis sanitaria no debe ser aprovechada ni para manipular conciencias, ni para pensar en componendas ni para pelear con descalificaciones mutuas.
8.- Para resolver los problemas económicos, políticos, administrativos, sociales y de abastecimiento ya existentes y ahora agudizados con la cuarentena por la pandemia, es preciso que todos los factores que interactúan en la vida nacional (políticos, sanitarios sociales, económicos, religiosos, patronales, educativos y gremiales), se sienten a dialogar y a ponerse de acuerdo a favor del pueblo. Así pueden llegar a SOLUCIONES CONCRETAS E INMEDIATAS frente a dichos problemas, y más ahora durante esta emergencia sanitaria, económica y social.
9.- Se requiere evitar diálogos y encuentros superfluos, tranquilizantes de las conciencias de sus integrantes. ¿Acaso no es el tiempo para escuchar a los médicos, expertos en el campo de la salud, enfermeras y enfermeros para saber qué se debe hacer? ¿O a los productores, comerciantes y a los miembros de las comunidades ante la falta absoluta de la gasolina, la improductividad y paralización económica en el país, la escasez de medicamentos y alimentos? Ello requiere humildad, actitud de comprensión y sentirse miembros del pueblo a quien se sirve. Nada se gana con la prepotencia ni la soberbia ni el pensar que se es dueño de la verdad. La nación lo está esperando ¿Se arriesgarán a obrar solidariamente y a crear consensos quienes tienen el mando en los poderes del Estado, los dirigentes de la oposición y del oficialismo, los sectores sociales y productivos del país, las autoridades militares y policiales?
10.- Hacemos, pues, una apremiante invitación a actuar decididamente para lograr unos consensos fundamentales a los que nos obliguemos todos por un mandato común para superar la
actual y grave coyuntura sanitaria y socio-económica, y hacer que la vida, la libertad, la justicia y la convivencia en paz vuelvan a florecer en el país. Estamos, además, convencidos que no obtendremos el imprescindible apoyo internacional si en lo fundamental no nos ven unidos y decididos a poner todo de nuestra parte.
11.- La Iglesia ratifica su acompañamiento al pueblo del cual es servidora. Agradecemos el trabajo silencioso y decidido en estos tiempos de los sacerdotes, miembros de la Vida Consagrada y tantos agentes de pastoral: con sus mensajes, sus jornadas de oración, su cercanía y su disponibilidad al servicio. CARITAS Nacional, las Cáritas diocesanas y parroquiales así como otros grupos de Iglesia en el campo de la acción social están presentes y ayudando a miles de hermanos. Lo seguirán haciendo con plena disposición y teniendo como único objetivo el mostrar el rostro misericordioso de Dios.
12.- Dentro de unos días celebraremos la Semana Santa. Se realizará en condiciones muy particulares. Para ello se han dictado orientaciones generales y cada Obispo en su Diócesis ha propuesto lineamientos precisos. Será un momento particular para ratificar nuestra fe y nuestra confianza en Dios, Padre misericordioso, y para identificarnos con el dolor de Cristo en la Cruz, dolor redentor que quita el pecado del mundo y sus consecuencias. Pero, a la vez, un momento que se abre a la fuerza liberadora de la Resurrección. Con las dificultades que podamos tener, en nuestros hogares convertidos en pequeños templos para la oración y la acogida de la Palabra, hagamos de esta Semana Santa una ocasión para crecer y fortalecernos como creyentes y ciudadanos, con la seguridad de que el Cristo de nuestra fe nos concederá la gracia de ser liberados de la pandemia del Covid-19.
María de Coromoto nos acompañe con su maternal protección y que su divino Hijo, el Nazareno portador de la Cruz salvadora, nos conceda la fortaleza y la salud a todos en Venezuela y el mundo.
Caracas, 30 de marzo del año 2020.
LA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL Y LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA ofrecen a laicos, candidatos al Diaconado Permanente, Religiosas, Seminaristas, formados religiosos y sacerdotes el Curso Bíblico titulado «LOS RELATOS DE LA PASIÓN DEL SEÑOR». Será dictado por +Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal.
El curso constará de 8 sesiones.
Será transmitido por RADIO NATIVIDAD a partir del 25 de marzo 2020 a las 9.00 am y 9.00pm. También es accesible en la página web diocesisdesancristobal.online así como en la sección de podcast del Diario Católico (www.diariocatolico.press). Se difundirá además por el Canal YouTube de la Diócesis de San Cristóbal.
Existe la posibilidad de recibir un certificado de participación si se cumplen algunos requerimientos que se indicarán oportunamente. El curso no tiene ningún costo. Para inscribirse se debe ingresar al siguiente link: https://forms.gle/TMSF1gc7s59oNsP56
Para cualquier información, pregunta y sugerencia se puede acudir al siguiente correo electrónico: relatopasion@gmail.com
Las Autoridades y demás miembros de la Comunidad de la Universidad Católica del Táchira, lamentan profundamente el fallecimiento del:
Profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas y, Padre del profesor Jorge Utrera, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
En estos momentos de dolor, hacemos llegar a toda la familia Utrera, nuestras palabras de esperanza cristiana en la Resurrección final con las palabras que la Iglesia, desde sus orígenes, ha recordado en el canto de las letanías “Quien cree en Ti Señor, no morirá para siempre/Yo sé que mi Redentor vive y el último día resucitaré de la tierra”.
Velación: La Castellana Country Club – Salón Menta, a partir de hoy lunes 23 de marzo a las 7:30 p.m.
Misa: La Castellana Country Club – Salón Menta, Miércoles 24 de marzo, a la 1:00 p.m.
Cremación: Crematorio del Jardín Metropolitano, Miércoles 24 de marzo, a la 3:00 p.m.
San Critstóbal 23 de marzo de 2019
Queridos miembros de la comunidad Universitaria Ucatense:
En los últimos días hemos visto con temor y angustia la llegada y propagación del “Coronavirus COVID-19”, declarado pandemia por la Organización Mundial para la Salud. Como medida de prevención el Ejecutivo Nacional ha decretado estado de cuarentena en toda Venezuela, y con esto la suspensión de las actividades académicas y laborales en toda la nación. Esta situación sin duda alguna genera momentos difíciles, marcados por contextos complejos, desafiantes y en constante evolución que ahora nos corresponde afrontar con sentido de esperanza.
Ante la situación que estamos viviendo, los distintos Organismos oficiales han emanado directrices y recomendaciones, a fin de proteger la salud de todos los venezolanos. Esto nos lleva a asumir una posición concreta: somos sujetos y no simples objetos receptores de normas emanadas, es decir, debemos asumir las indicaciones con una actitud activa que nos lleve a cuidar la salud y a aprovechar de manera productiva y proactiva este tiempo que estamos viviendo.
Debemos ver este espacio como un momento de crecimiento sin desalentarnos. La fe nos lleva a ver este periodo como un tiempo de gracia en el que no nos dejamos dominar por la prueba, sino que sabemos responder a ella con nuestras acciones. Después de la tormenta viene la calma, por esto debemos prepararnos y aprender de lo que estamos viviendo, asumiendo con calma este tiempo, cuidándonos los unos a los otros. Es una oportunidad para aprender que somos débiles y que necesitamos de la mutua cooperación. Algo muy pequeño puede destruirnos, de allí la seriedad, responsabilidad, y al mismo tiempo la serenidad con la que debemos actuar durante estas semanas.
Lo que hagamos ahora mostrará nuestro compromiso con el futuro que queremos para Venezuela. Para ninguno es fácil esta situación, de allí el desafío que tenemos de continuar con valentía y entusiasmo, apostando aún en medio de las dificultades por un futuro mejor.
Hoy valoramos el esfuerzo y el sentido de pertenencia para con la Universidad por parte de todos nuestros estudiantes y todo nuestro personal operario, empleado, administrativo y docente, por eso seguimos adelante en el cumplimiento de nuestra misión.
Consejo Rectoral.
San Cristóbal, 18 de marzo de 2020.
1.- Con mi cariñoso saludo de pastor y reafirmando mi compromiso de “servidor y testigo”, me dirijo al querido pueblo del Táchira. Estamos en un momento particularmente difícil que quizás nunca imaginamos vivir. Ante los riesgos, peligros y efectos causados por la pandemia debido al “coronavirus” covid-19, el Ejecutivo nacional ha decretado “cuarentena social” para nuestro estado y otras circunscripciones más. Junto a ello, se han dado algunos lineamientos que, como ciudadanos, debemos acatar.
2.- La gravedad de esta situación nos preocupa y hasta puede causarnos temores y angustias. Podemos entonces experimentar lo que los discípulos de Jesús sintieron en el episodio evangélico de la “tempestad calmada”. Pero, a la vez, podemos aprender la lección ofrecida por esa página bíblica: en este momento de prueba, el Señor Jesús no nos ha abandonado; antes bien nos acompaña dentro de nuestra barca. Él mismo hoy pide que no seamos personas de poca fe (cf. Mt. 8, 24ss).
3.- Esa fe vivida con esperanza y caridad nos permite enfrentar el desafío urgente de esta situación que se ha creado a nivel mundial. Por eso, estamos seguros de salir adelante en el nombre del Señor. Con esa misma fe nos disponemos a cooperar para no dejarnos vencer por este flagelo. Ello supone cumplir con las directrices dictadas por las autoridades y las indicaciones de quienes están al servicio de la salud pública y que miran al bien común de cada uno de los habitantes de nuestra región y de todo el país.
4.- Nuestra Iglesia local de San Cristóbal se hace eco de todo aquello que permita la prevención para que nuestra gente no sea golpeada por la pandemia del “coronavirus”. Asimismo reafirma su vocación de caridad y solidaridad para ayudar a quien lo requiera y brindar cercanía y acompañamiento a quienes van a estar más comprometidos en la atención de la emergencia sanitaria, particularmente el personal médico y de enfermería y el que estará dedicado a brindar seguridad y protección a la ciudadanía.
5.- A las directrices y recomendaciones dadas con anterioridad, desde la Conferencia Episcopal Venezolana y nuestra Diócesis, añadimos las siguientes:
A) pedimos a todos los fieles católicos cumplir con las directrices dictadas por las autoridades. Es importante y necesario permanecer en los hogares mientras dure la crisis sanitaria.
B) invitamos a convertir esta “cuarentena social” en una particular y original manera de vivir el tiempo litúrgico de la cuaresma. Lo podemos ver como “un tiempo de gracia”. Para ello, debemos intensificar la oración personal y en familia, así como la lectura de la Palabra de Dios. De igual modo, convertir las incomodidades que podamos sentir en un ejercicio para fortalecer la paciencia, animarnos en esperanza y crecer en la comunión y vida de familia.
C) se ha tomado la decisión de suspender clases, actividades que suponen aglomeraciones de personas, reuniones e incluso los trabajos que no tengan que ver con servicios públicos necesarios. Es necesario tomar las previsiones del caso.
D) como fue debidamente expresado por la Presidencia del Episcopado Venezolano (Comunicado del 15 de marzo 2020 “tomamos la dolorosa decisión de suspender todos los actos litúrgicos, incluida la celebración eucarística hasta nuevo aviso”.
E) en este sentido, se suspenden todas las celebraciones eucarísticas diarias y dominicales hasta nuevo aviso, al igual que las celebraciones de bautismos y confirmaciones. En el caso de las exequias, se podrá celebrar el rito correspondiente pero sin misa. Para ello se deben seguir las directrices ya señaladas.
F) los templos pueden permanecer abiertos para permitir a quienes puedan, ir a orar.
G) todos los párrocos y vicarios deben celebrar diariamente la eucaristía por las intenciones previamente marcadas y pidiendo por la salud de todos, rogando a Dios nos libre de este flagelo. Aunque por las razones ya conocidas, no haya presencia de fieles, se realizarán dichas celebraciones a la hora marcada en el horario parroquial. Conviene que se anuncien esas celebraciones con el tradicional toque de campanas; así los feligreses podrán unirse espiritualmente con quien celebra a Eucaristía.
H) la Oficina de Prensa de la Diócesis está organizando la trasmisión por radio de la celebración eucarística diaria y dominical. De igual modo otras transmisiones con actividades religiosas (horas santas, vía crucis, momentos de reflexión, retiros espirituales, etc.) como un servicio dirigido a toda la feligresía. Además hará los contactos para que estas actividades puedan ser difundidas por emisoras de radio de toda la región.
6.- Hacemos nuestra la propuesta presentada por la Presidencia de la CEV el 15 de marzo de este año: “La Iglesia en Venezuela, servidora del pueblo al cual pertenece, está dispuesta a cooperar con las autoridades sanitarias en todo lo que esté a su alcance y que vaya en beneficio de todos. Por ello invitamos a nuestras instituciones de ayuda como Cáritas y la acción social de nuestras parroquias que sirven alimentos y distribuyen medicamentos a pensar la mejor manera de prestar el servicio sin que haya aglomeraciones de personas”.
7.- Pedimos a las autoridades brindar las informaciones pertinentes de manera cierta, clara y veraz. De igual modo, asegurar a la ciudadanía el acceso seguro a alimentos y medicinas, atención médica y también asegurar que no falte energía eléctrica, agua y otros servicios indispensables. Pedimos prestar atención ante la inmoral praxis de algunas personas que, valiéndose de la emergencia sanitaria elevan de manera irracional los precios de insumos necesarios para todos. Quienes así actúan no tienen temor de Dios.
8.- El pueblo tachirense confía en el Divino Maestro representado en el hermoso Ícono del SANTO CRISTO DE LA GRITA. A Él elevamos nuestra oración confiada, sabiendo que nos escucha. Su Rostro Sereno nos brinda consuelo y la herida de su costado nos muestra su amantísimo Corazón con el cual detendrá el avance del flagelo que azota el mundo y ahora nuestra nación. Les pido intensificar nuestra oracion dirigida a Él. Asimismo, les invito a que todos juntos hagamos un voto especial para que nos proteja y libre en el Táchira, Venezuela y el mundo de la pandemia del ” coronavirus”. Ese voto hecho con fe y oración permanente consistirá en la adoración diaria al Santísimo Sacramento en nuestras comunidades eclesiales durante un mes y la peregrinación misionera y evangelizadora de la “réplica” del Santo Cristo por todas nuestras parroquias a partir de la fecha que se indicará. Culminaremos con una celebración eucarística donde participen los católicos y personas de buena voluntad. Desde ahora hagamos esa oración a nuestro autentico y verdadero protector, EL SANTO CRISTO DE LA GRITA. Hagámoslo contando con la maternal intercesión de María del Táchira, N. Sra. De La Consolación.
+ Mario del Valle,Obispo de San Cristóbal.
San Cristóbal, 16 de marzo 2020
1.- Como hemos podido conocer la pandemia originada por el “coronavirus” COVID-19 ha llegado a nuestra patria Venezuela. Esto ha llevado al Ejecutivo Nacional a dictar algunas medidas exigentes para todos los ciudadanos. Una de ellas ha sido la declaración de “cuarentena social” en 7 estados de nuestro país: Zulia, Táchira, Apure, Cojedes, Miranda, La Guaira y Región Capital.
2.- Se trata de una medida que exige a todos los ciudadanos permanecer en sus hogares ya que se han suspendido los trabajos, las clases, y todas las manifestaciones de carácter público. Esta medida incluye a los actos de cultos de todas las religiones y de la Iglesia Católica.
3.- En vista de ello, teniendo en cuenta que en otros países ya se han dado estos pasos, desde la CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA recomendamos a todos los fieles católicos acatar las directrices emanadas y que apuntan al bien común y a la defensa de la salud de todos sin excepción.
4.- Ante la gravedad que conlleva la situación que estamos pasando, desde la Conferencia Episcopal Venezolana se está tomando la decisión de posponer todas las actividades de carácter formativo y catequético, así como las procesiones, fiestas patronales, peregrinaciones y actos religiosos. En esta misma línea, tomamos la dolorosa decisión de suspender todos los actos litúrgicos, incluida la celebración eucarística hasta nuevo aviso. Sólo se celebrarán las exequias y el sacramento de la unción de los enfermos, tomando muy en cuenta los lineamientos ya dictados. Cada hermano Obispo en su Diócesis tomará las previsiones del caso y dará las directrices particulares que considere oportunas.
5.- La Iglesia en Venezuela, servidora del pueblo al cual pertenece, está dispuesta a cooperar con las autoridades sanitarias en todo lo que esté a su alcance y que vaya en beneficio de todos. Por ello invitamos a nuestras instituciones de ayuda como Cáritas y la acción social de nuestras parroquias que sirven alimentos y distribuyen medicamentos a pensar la mejor manera de prestar el servicio sin que haya aglomeraciones de personas.
6.- Se trata de un momento duro y una prueba de la cual hemos de salir victoriosos por nuestra fe y esperanza que han de expresarse en nuestra caridad y solidaridad. Por ello, invitamos a todos los hermanos de nuestra nación a que nos acerquemos más a Dios. En estos tiempos de crisis sanitaria hemos de recordar que el Señor está en medio de nosotros y no nos abandona. Él “es la roca que nos salva”.
7.- En cada una de nuestras Diócesis, los Obispos con sus presbiterios ciertamente organizarán acciones evangelizadoras y momentos de oración, para lo cual se valdrán de los medios de comunicación social y las redes sociales. Animamos a todos para que, en el nombre de Dios, superemos esta gran dificultad y amenaza contra la salud del pueblo. Que al cumplir con las directrices y medidas, lo hagamos no por miedo a represalias sino por el compromiso nacido del hecho de ser hermanos, hijos de Dios.
8.- Pedimos a todas las autoridades que se dediquen a atender las necesidades de nuestra gente, garantizándole la protección necesaria, el respeto y el acceso a todos los recursos que se necesitan para una sana convivencia (alimentos, agua, energía eléctrica, atención médica, etc.). Lamentablemente hay personas inescrupulosas que, valiéndose de la urgencia del momento, está especulando y subiendo de manera irracional precios de algunos insumos necesarios. Esta es una grave falta que debe ser rechazada por todos. Quienes así actúan no tienen temor de Dios.
9.- Seguimos en las manos del Dios de la Vida y del Amor, quien desde la Cruz dio la liberación integral a toda la humanidad: que su Corazón amoroso detenga todo mal sobre nuestro país y nos permita salir pronto de esta emergencia. Recordamos que el día 19 de marzo, tendremos en toda Venezuela, desde nuestros hogares y lugares de culto donde se pueda, una intensa jornada de oración pidiendo a Dios la liberación de ese flagelo. También nos encomendamos a la maternal protección de María de Venezuela, la Virgen de Coromoto.
Caracas 15 de marzo del año 2020
1.-. Cuando en el desierto los israelitas fueron atacados por serpientes venenosas, ante el clamor de Moisés, Dios le indicó lo siguiente: “Hazte una serpiente de bronce y ponla sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y la mire, vivirá” (Núm. 21, 8) Esto resultó un signo profético del Redentor: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea tenga por Él la vida eterna” (Jn 3, 14). Al mirar a quien traspasaron (cf. Zac. 12, 10), podemos contemplar su Corazón lleno de amor y misericordia. Al hacerlo, podemos y debemos pedirle que detenga todo tipo de mal y peligro sobre la humanidad, especialmente hoy con la pandemia del Covid-19 conocida también como “coronavirus”.
2.- Por ello, les invito a que desde nuestros hogares, comunidades, instituciones, lugares de trabajo, templos y donde nos encontremos, elevemos nuestra mirada de fe y confianza hacia el SANTO CRISTO DE LA GRITA. Pidamos que su amantísimo corazón detenga la pandemia que ataca a todo el mundo. Su Rostro Sereno es garantía de que escucha nuestra plegaria que hemos de intensificar más y más en estos días.
3.- Él está presente en medio de nosotros como lo estuvo en la barca durante el episodio de la tormenta calmada (cf. Mt 8,23-28). Nos pide no ser gente de poca fe pero sí que hagamos todo lo que nos corresponde a cada uno con sentido de caridad, fraternidad y solidaridad. Las autoridades sanitarias junto con el personal médico y de enfermería deben dar las recomendaciones y atenciones urgentes y necesarias a todos sin excepción. Cada uno de nosotros ha de cumplir las directrices que nos den las autoridades competentes y cooperar en lo que esté a su alcance.
4.- Ya la Conferencia Episcopal Venezolana, algunos Obispos y también mi persona, como pastor de esta grey tachirense, hemos dado algunas indicaciones. Se debe estar pendientes para futuras directrices que puedan darse a conocer en el transcurso de los próximos días. Sin dejar a un lado las que ya se han dado a conocer por las autoridades y por la Iglesia, indicamos las siguientes:
A) Pedimos a los párrocos posponer actividades de retiros, jornadas misioneras, actividades comunitarias hasta nuevo aviso; y estar atentos para recomendaciones en relación a las celebraciones de
Semana Santa. Se pospone la Misa Crismal hasta una fecha futura cuando estén dadas las condiciones.
B) Los sacerdotes y cooperadores laicos háganse eco de las directrices que se están dando para que lleguen a todos los hermanos que viven en nuestras comunidades.
C) Los templos deben permanecer abiertos para quienes deseen acudir a orar en ellos. Al hacerlo se sugiere evitar aglomeraciones y guardar las directrices dictadas. Se recomienda vivamente a las personas vulnerables o que tengan condiciones especiales (enfermos, mujeres embarazadas, ancianos con edad longeva, o con síntomas del virus, etc.) eximirse de acudir a las celebraciones dominicales. Pueden cumplir con el precepto siguiendo con fe y devoción las que sean transmitidas por los medios de comunicación o al participar en alguna celebración en días de semana cuando la afluencia de personas es menor, tomando siempre las precauciones correspondientes.
D) Los sacerdotes celebrantes y los servidores del altar deben guardar las recomendaciones higiénicas y sanitarias que se han dado. Antes de dar la comunión a los fieles y después de hacerlo, se pide que los ministros se laven las manos con jabón anti-bacterial. Asimismo, los sacerdotes y ministros que lleven la comunión a los enfermos deben cumplir con las recomendaciones ya dadas: ir con prudencia y respeto, usar el tapabocas, lavarse las manos con jabón anti-bacterial antes y después de dar la comunión.
E) Los sacerdotes no deben negarse al sacramento de la reconciliación. Han de tomar las previsiones sobre todo para el momento de escuchar las confesiones y dar consejos y absoluciones. En este sentido, es recomendable el empleo del tapabocas o de pañuelos impregnados con alcohol. Mientras dure la emergencia sanitaria, las confesiones deberán atenderse fuera del confesionario, en lugares un poco más abiertos (dado que los penitentes se arrodillan ante la rejilla del confesionario, ésta será un receptor del virus en cuestión).
F) Mientras dure la emergencia y hasta nuevo aviso, en las celebraciones litúrgicas se suprime el SALUDO de la PAZ. Será suplido por un saludo oral que cada celebrante dirá al inicio y fin de todo acto litúrgico.
G) En cuanto a la recepción de la comunión, en nuestra región siempre ha predominado la tradición de recibirla en la boca. La Iglesia permite también que se reciba en la mano. Se debe respetar el deseo de quien la quiera recibir en la boca. Sin embargo, se recomienda vivamente hacerlo en la mano. Para ello, los sacerdotes y ministros de la comunión han de brindar una información y catequesis, seria, veraz y clara. Durante este tiempo de emergencia sanitaria no se dé la comunión bajo las dos especies.
H) De acuerdo a las directrices de las autoridades sanitarias, se recomienda vivamente mantener una distancia prudente con los demás; asimismo se recomienda también evitar saludos efusivos.
5.- Se ha tomado la decisión de suspender las clases y otras actividades escolares o académicas. Se ha pedido reprogramar y brindar apoyo para que los estudiantes puedan recibir clases a distancia por los medios tecnológicos respectivos, con tareas o trabajos de investigación. Lo mismo se aplica a la catequesis, cursos de formación, retiros, etc. Pero no se debe tomar como un tiempo de ocio y vacaciones. Invitamos a los padres y representantes a que motiven y organicen a sus hijos para aprovechar el tiempo en este sentido. Es una oportunidad para propiciar la lectura de libros de literatura, de carácter espiritual y de contenido científico
6.- Lamentablemente hay quienes se aprovechan de esta situación para realizar acciones contrarias al bien común y a la dignidad de la persona humana. En esta línea, rechazamos y condenamos la especulación de personas inescrupulosas que, valiéndose de la emergencia, han elevado los precios de insumos necesarios o recomendados. Están cometiendo un gravísimo pecado que clama al cielo y que debe ser denunciado y rechazado. Quienes así actúan no tienen temor de Dios.
7.- No debemos hacernos eco de rumores ni de falsos positivos. Tampoco hemos de dejarnos llevar por el pánico, antes bien debemos ser precavidos, prudentes y solidarios.
8.- A través de la radio y otros medios se promoverán momentos de oración y celebraciones de la Eucaristía. Tengamos presente que estamos en el tiempo litúrgico de la Cuaresma. La Iglesia nos invita a incentivar la oración y la reflexión a partir de la Sagrada Escritura. Por ello se difundirá mediante la Radio retiros cuaresmales para sábados o domingos, así como momentos de meditación y reflexión a fin de que los fieles cristianos puedan tener un tiempo de oración en sus hogares y comunidades.
9.- Atendiendo a la propuesta de la Conferencia Episcopal Venezolana, el día de SAN JOSÉ -19 de marzo- en todas nuestras parroquias, comunidades, hogares e instituciones, tendremos una Jornada de intensa oración. Pediremos por intercesión del Santo Patriarca que Dios nos proteja y nos libre del flagelo que se ha revestido de pandemia.
10. María del Táchira, Nuestra Señora de la Consolación, quien experimentó la prueba y se convirtió en Madre para toda la humanidad, nos acompaña por eso, le rogamos nos cubra con su maternal protección. El Santo Cristo de La Grita nos sostiene con sus brazos amorosos. San José, Patriarca y Protector de la Iglesia, interceda ante la Trinidad Santa para que nos conceda la gracia de ser librados de este flagelo que ha puesto en vilo a toda la humanidad.
Con mi cariñosa bendición de pastor
+Mario del Valle, Obispo de San Cristóbal
“He venido para que todos tengan vida y vida en abundancia” (Jn 10,10).
La Conferencia Episcopal Venezolana, a través de su Presidencia, quiere brindar algunas indicaciones y acciones preventivas muy concretas al pueblo de Dios, ante la presencia del COVID-19 (Coronavirus) en el país.
1.- En el mundo entero hay una gran preocupación ante la propagación del COVID-19, que ha afectado a un número considerable de personas de diversos países con el lamentable saldo de muertes y de la paralización de actividades de toda índole, que indica un verdadero problema de salud, siendo considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una Pandemia.
2.- Cada país va tomando sus precauciones en torno a su propia realidad, también en Venezuela debemos hacer lo mismo, considerando seriamente que se trata de una enfermedad que puede comprometer la vida, por lo que es necesario brindar la atención debida y centrarse en elementos propios de la prevención, por lo que son necesarias algunas indicaciones:
a) Como nos encontramos en el tiempo litúrgico de la Cuaresma en camino hacia la Semana Santa, se deben fomentar los actos de piedad personal y oración (culto interior), principalmente pidiendo por los enfermos, los ancianos, los más pobres, y por quienes los asisten. Es prudente limitar la actividad grupal, por lo que debemos orar insistentemente a Dios principalmente desde nuestras Iglesias domésticas (Familias, Hogar), por la salud de la comunidad y del mundo entero, hasta que podamos retornar a la normalidad de las actividades eclesiales.
b) Exhortamos a las personas que se encuentren enfermas o con síntomas de resfriado o gripe, o personas de edad muy avanzada, quedarse en sus casas, visitar al médico si hay algún síntoma del virus. Es un acto de caridad el que no asistan a las celebraciones litúrgicas, así sea el domingo o los actos de la
Semana Santa. Pueden unirse a ellos, a través de los medios de comunicación social.
c) Se le ruega a los párrocos suprimir donde existan, los recipientes de agua bendita e insistirle a los fieles que mientras dure la emergencia, no se pueden tocar las imágenes sagradas porque pueden convertirse en foco de transmisión del virus.
d) El rito de la paz que en nuestro país se celebra con gran entusiasmo, por el bien de todos debe suprimirse hasta nuevo aviso, o en caso contrario, se hará un gesto que no implique un contacto físico.
e) Para el rito de la comunión, “todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la Sagrada Comunión en la boca o en la mano” (Redemptionis Sacramentum, 92; OGMR, 84-89), por lo que, ante la amenaza de contagio del COVID-19, se debe recibir la comunión en la mano, así como evitar la distribución de la comunión bajo las dos especies.
f) Los ministros de la comunión deben extremar las medidas de higiene, lavándose las manos antes y después de las ceremonias litúrgicas. Se ruega a los sacerdotes que estén padeciendo alguna afección gripal o respiratoria, que mientras estén en esta situación, no celebren la Eucaristía con fieles, mucho menos distribuyan la sagrada comunión o confesar.
g) Es recomendable que los sacerdotes confesores usen una mascarilla (tapa boca) cuando ejerzan este ministerio del perdón, o bien cuando lleven la comunión a los enfermos. No debe entenderse esto como un desprecio a las personas, sino como prevención de contagio mutuo entre el confesor y penitente.
h) La comunidad debe saber que aún no han sido suspendidas las eucaristías; las autoridades de la Iglesia católica estarán observando la evolución del COVID-19 en el país para tomar decisiones al respecto. Lo que se pide ahora es observar estrictamente las normas antes referidas.
i) Es recomendable evitar el contacto físico en todos los espacios y celebraciones eclesiales. Conscientes de la forma como se propaga el virus, persona a persona, se pide diferir los encuentros masivos, asambleas, reuniones religiosas o formativas, los actos de piedad y devoción, hasta que haya pasado el peligro de contagio y las autoridades sanitarias lo indiquen.
j) A los señores párrocos se les invita a reprogramar las diversas actividades pastorales, principalmente la catequesis parroquial, siguiendo las indicaciones de las autoridades sobre la situación del COVID-19 en el país.
k) Los fieles deben discernir la verdad de las informaciones que corren por las redes, y seguir las instrucciones de las autoridades de la salud a nivel internacional y nacional, para evitar el contagio y la propagación de la enfermedad, así como evitar el pánico y el nerviosismo, actuar con tranquilidad y con responsabilidad pensando en el bien de todos.
l) En cuanto al sector educativo se deben seguir las indicaciones de las autoridades educativas sobre la materia, pero es propicio también instruir sobre las normas preventivas a seguir en nuestras instituciones educativas y en nuestros seminarios.
3.-Pedimos al gobierno nacional y los gobiernos regionales, dotar a los hospitales y centros de salud de lo necesario en instrumentos médicos y de protección, para atender a pacientes que presenten el COVID-19.
4.-Exhortamos a todos los creyentes seguidores de Jesús, Buen Pastor, que incentiven la oración para proteger al pueblo venezolano de esta pandemia como lo hemos señalado en el punto 2a. El rezo del Santo Rosario en familia y la adoración ante el Santísimo, son propicios en estos momentos preventivos y de gran preocupación.
5.- Los ciudadanos y más aún los cristianos debemos tomar conciencia que lo que está en juego es la salud del pueblo, su futuro, por lo que es recomendable permanecer el mayor tiempo posible en la casa, evitando lugares públicos, siendo responsables en acatar las normas emanadas por las autoridades sanitarias y por el Obispo local. Es fundamental evitar la propagación masiva de este virus.
6. .-Exhortamos a toda la comunidad católica para que el próximo jueves 19 de marzo, día de San José, patriarca y protector de la Iglesia, a una gran jornada de oración desde los lugares donde se encuentren cada uno, pero principalmente en familia, en casa, para que por su intercepción Venezuela y el mundo entero sea librado de esta pandemia.
7. Pedimos la intercesión de la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto, en este momento difícil para nuestro pueblo; ella maternalmente nos conduce hacia su Hijo Jesucristo, el Dios de la vida.
Con nuestra bendición.
Caracas, 13 de marzo de 2020
Se informa a toda comunidad universitaria que, a partir del día 16 de marzo de 2020, quedan suspendidas hasta nuevo aviso, todas las actividades académicas de pregrado y postgrado, culturales, deportivas, administrativas, todo lo relacionado con actos de grado, así como cualquier otra actividad prevista a desarrollarse en la Universidad.
Oportunamente se informará sobre la correspondiente reprogramación.
San Cristóbal, 13 de marzo de 2020